¿Qué hacer con la caspa?

Existen tres niveles de la bacteria comúnmente conocida como Caspa y hasta el momento no se ha encontrado ninguna solución médica que nos permita erradicarla de raíz. Si existen champúes formulados con sustancias limpiadoras y principios activos que tienen como fin mejorar y mitigar sus efectos ante los problemas como:

CASPA - Factores como mala higiene, infección causada por un hongo (Pityrosporum Ovale) o cambios hormonales que alteran la secreción de grasa provocan que las capas superficiales de la piel que cubren al cuero cabelludo se inflamen e irriten, lo cual genera células en forma de escamas o polvo. Los productos modernos combinan agentes limpiadores que respetan la flora microbiana normal del cuero cabelludo y sustancias, como el ketoconazol, que favorecen la eliminación de escamas, atacan a la bacteria y dejan el cabello suave y brillante. Normalmente se presentan en forma de champú, el cual debe aplicarse diariamente en dos tiempos, es decir, primero se debe dar masaje para despegar las placas y, posteriormente, conviene dejarlo en la cabellera durante cinco minutos para que actúe.


DERMATITIS SEBORREICA - Inflamación del cuero cabelludo debida al exceso de sebo o grasa, falta de higiene, uso de fijadores, deficiencia de zinc o cambios hormonales en la adolescencia; produce escamas, comezón y manchas rojas, y tiende a empeorar en crisis de nerviosismo o estrés. Cabe destacar que esta afección, que se controla al lavar el cabello con champúes especiales, puede presentarse a cualquier edad, ya sea en forma gradual o repentina, aunque suele ser común en algunas familias.


PSORIASIS - Ocasiona engrosamiento, lesiones de color rojo, así como inflamación y descamación en la piel del cuero cabelludo debido a que la capa superficial de la epidermis se regenera en cuatro días (normalmente tarda 28 días) y ello da lugar a acumulación de franjas de tejido muerto que se desprenden en forma de escamas. Su tratamiento requiere el uso constante de champúes indicados para este problema.


IMPORTANTE:


Dado que esta bacteria es tremendamente inteligente y tras un determinado tiempo termina por acostumbrarse a cualquier champú por el que uno opte, recomendamos como medida indispensable una estrategia de alternancia. Esto quiere decir que debemos encontrar por lo menos tres champúes en el mercado que nos funcionen y alternarlos entre sí. Entendemos por alternancia el comienzo de uno de los champúes hasta terminarlo, continuar con el segundo hasta terminarlo y lo mismo hacer con el tercero. Una vez terminado con este último, podremos volver a comenzar de nuevo con el primero. Con esta técnica conseguiremos distraer a la bacteria de la caspa sin que ésta logre acostumbrarse a un determinado químico y evitando así que sus principios activos dejen de tener efecto sobre la bacteria.


Ten siempre presente que para obtener los resultados deseados es fundamental ser constante y seguir al pie de la letra las instrucciones del fabricante sobre el modo de empleo de cada uno de los productos.